Si el Concilio reconoce, apoyándose en la tradición más antigua, a la liturgia como “la cumbre (culmen) a la cual tiende la actividad de la Iglesia...
Si el Concilio reconoce, apoyándose en la tradición más antigua, a la liturgia como “la cumbre (culmen) a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente (fons) de donde mana toda su fuerza” (SC 10), entiende también, más precisamente, a la Eucaristía como “fuente y culmen (fons et culmen) de toda la vida cristiana” (LG 11).
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